Què és Espadàniques?

dijous, 25 de febrer de 2016

Eleuterio Pérez Solernou: mestre i excursionista (1879-1917)

per Òscar Pérez Silvestre
Filòleg, investigador i escriptor

ESPADÀNIQUES vol agrair novament a l'autor la cessió d'un treball inèdit per a este blog.




Hi ha individualitats que destaquen per la labor social que desplegaren en la seua carrera professional, i, de vegades, pel cúmul d’inquietuds que la seua personalitat curiosa els va portar a fer realitat. El cas del valler Eleuterio Pérez Solernou és interessant perquè, a més de ser mestre i destacat conferenciant –propagandista, en deien en aquella època– va disposar del favor de la premsa en les primeres dècades del segle XX i de prestigi oratori allà on va estar. Era fill del mestre Eleuterio Pérez Villalave, natural de València, i de María Rosa Solernou Rambla, filla de la Vall d’Uixó i germana de l’advocat i polític liberal José Teófilo Solernou (1852-1903). La mort dels pares d’Eleuterio a Albacete en 1885 per l’epidèmia de còlera va provocar que el seu oncle es fera càrrec de l’educació dels nebots Eleuterio i Rosario, que destacaren temps a vindre en el camp de la pedagogia. El nou tutor, gran amant de la música i del teatre, va transmetre sens dubte el gust per l’art als seus afillats.

Oncle i nebot, cap al 1900

El motiu, ara i ací, de dedicar-li un record és per les cròniques excursionistes que va publicar en 1912 i 1913 en la Revista de Castellón, un quinzenal ple d’interés especialitzat en cultura que es feia a Castelló de la Plana entre 1912-1914. La seua antecessora i continuadora era Arte y Letras (1911 i 1915).

En esta revista va estampar diversos textos, un parell dels quals ens parlen d’unes excursions per la serra d’Espadà. Una nota al peu de pàgina ens informa que tenia en preparació el llibre Cuadros de la Sierra, un projecte que, segons les nostres indagacions, no arribà a publicar-se perquè quatre anys més tard moria l’autor. El primer d’estos textos, titulat «Una ascensión al Beñalí» (RC número 15, 1912), ofereix una impressió d’una eixida estival en ple agost a Aín. Una gosadia, això d’escalar muntanyes per l’agost... Després de visitar la Covatilla a Aín, Eleuterio mamprén una pesada pujada al Benialí (974 m) o pic Batalla. La visió des d’allà dalt el porta a fer una suculenta descripció de la rodalia que s’hi albira. En baixar-ne, va fer la darrera menjada del dia en alguna fonteta que no identifica.

Vos deixe amb la seua crònica, que destil·la sensibilitat en cada línia. Bon profit!

Una ascensión al Beñalí
Eslida y Ahín están separados por una montaña de cerca de mil metros de elevación, que los habitantes del primer pueblo llaman Solana de Loret y los del último Beñalí. Es una montaña esbelta, aislada, poblada de pinos en la vertiente N. E. y llena de despeñaderos y torrenteras en la S. O. Desde nuestra salida de Castro no habíamos sentido el placer de las alturas, así es que, apenas repuestos de la fatigosa exploración por la Covatilla, emprendimos con briosos arrestos la ascensión al Beñalí.

Entrada a la Covatilla, a Aín

La pendiente era atroz, dura, capaz de arredrar un ánimo menos decidido que el nuestro para estas andanzas alpinistas. Del mismo lecho del barranco, ascendía un sendero, estrecho y escarpado, lleno de esas piedrecitas silíceas, sueltas, resbaladizas, tan características del terreno triásico, que iba serpenteando, perdiéndose muchas veces entre los pinos. Atravesamos alguna pequeña torrentera, cuyas piedras rodaban hacia el fondo del barranco á la menor presión de nuestros pies. Grandes y tupidos matorrales de aliagas, romeros, zarzas y espinos interceptaban el caminejo, teniendo que abrirnos paso á golpes de bastón convertido en hacha. A la más leve distracción salíamos de la ruta y nos veíamos obligados á trepar, agarrándonos á las rocas, á las raíces, a los arbustos que protestaban con sus punzantes espinas, hiriéndonos las carnes. Las fuertes y pulidas agujas de los pinos que tapizaban el suelo en extensos trozos nos hacían resbalar á cada momento.


Encontramos algún leñador entre la enmarañada maleza que, provisto de brillante hoz, iba cortando las plantas y arbustos, el cual nos guiaba conduciéndonos al sendero perdido. El apagado cantar de alguna fuente se oía en la espesura. Estábamos sudorosos, jadeantes, pero una fuerza instintiva nos impulsaba á andar, á subir, y allá seguíamos, por la áspera pendiente, siempre hacia arriba, saltando obstáculos, tronchando ramas obstruidoras, con el vehemente deseo de ganar la enhiesta cumbre.
El horizonte iba dilatándose y comunicando grandiosidad al paisaje. El castillo de Ahín se veía casi á ras de tierra, el barranco era apenas un hilo moteado por los puntos brillantes del agua; iban borrándose las pequeñas lomas, esfumándose los duros contornos, emergiendo de la tierra caseríos, pueblos y ondulantes cadenas de montañas. No veíamos aún el mar. El corazón se dilataba de entusiasmo ante la perspectiva colosal que descubrirían nuestros ojos al llegar á la cima. Cobrábamos alientos y proseguíamos la espléndida caminata bajo un sol de Agosto que prendía destellos en la tersura de las aguas y de los pinos, entre el bosque frondoso que nos envolvía en acres perfumes y nos arrullaba con los rumores de las ramas mecidas por el viento.
Íbamos ganando la enorme altura, desaparecía la vegetación del valle; la jara y el espino bordeaban el sendero; los pinos eran más altos, más copudos, más recios; oreaba nuestras frentes empapadas en sudor el aire sutil y fresco de la sierra, y entre estas magnificencias de luz, colores, perfumes y perspectivas, sonaba en el espíritu la música ideal del paisaje, como un deseo, como una ilusión áurea...

Imatge de la serra, publicada en la crònica d'Eleuterio Pérez Solernou

Enfrente, elevábanse como gigantescos centinelas las primeras crestas del Pico de Espadán, y no tardó mucho en aparecer éste, envuelto por nieblas que se desgarraban entre las agujas y aristas de su abruptísima cumbre. Un esfuerzo más y en pocos minutos salvaríamos el primer collado de la dentada cima de Beñalí. Las piernas adquirieron de pronto inusitado vigor, y nos lanzamos cuesta arriba, en carrera loca, vertiginosa, temeraria, saltando pedruscos, hiriéndonos los pies, el cuerpo encorvado, los ojos llameantes, con un ansia indescriptible de sentar nuestras plantas en las enormes rocas que coronaban la montaña. La fatiga nos rendía, los pulmones luchaban por expulsar el aire, produciendo ronco resuello, el sudor caía á chorros por el rostro, las piernas temblaban y los pies se torcían; un esfuerzo más, sacando energías del alma, dos saltos y ya estábamos en la cumbre. Nuestros cuerpos cayeron desplomados sobre la alfombra de hojas de los pinos, y el espíritu recibió el beso de una ola de belleza, envolviéndolo entre la luminosa franja de sus espumas.
La visión del paisaje desde esta altísima atalaya, acariciados por las auras perfumadas que nos enviaba la extensa fronda, fué una explosión de colores y armonías. El horizonte era una inmensa, dilatadísima extensión de tierras pardas, violáceas, plomizas, verdosas, negruzcas. El mar, de tonos plateados y brillantes, limitaba en colosal curva la línea lejana del campo visual. Cerrando el horizonte, á ambos lados, erguíanse las sierras de Peñagolosa y Montemayor, y á nuestra espalda las cordilleras del núcleo de Albarracín. La verde llanura de la Plana dejaba ver entre la obscura mancha de sus naranjales cinco pueblos é innumerables alquerías; delante se destacaban con fuerte perfil, sobre las aguas del mar latino, los primeros picos de la sierra, Font de Cabres, Pitera, Peñalba, Castro, Pipa, Embrar...; á la derecha, se distinguían los pueblos de la Baronía y de la ribera del Palancia, y á nuestros pies, en las profundidades del valle, aparecían Eslida y Ahín, recostados apaciblemente sobre las frondas verdes.
Ascendíamos por la suave pendiente de la cima de Beñalí hasta llegar a su altura máxima. Estábamos entre pinos que nos acariciaban con su aroma fuerte, con sus tonos de verde variadísimo, con el callado rumor de sus ramas. El sol bañaba la extensa pinada de luz blanca, proyectando sombras escuetas sobre el césped. Era un paisaje griego, de armonías áticas, que evocaba los bosques habitados por Pan, donde ninfas hermosas huían perseguidas por los sátiros, en loca carrera, ebrias de amor.
Descendíamos. Iba cayendo la tarde. Una bruma luminosa nimbaba los contornos de los montes de Poniente. El Sol, al ocultarse tras los más altos picos de la sierra, había dejado sangrienta estela en las nubes. Del valle subía la sombra, borrando los perfiles é igualando los accidentes del terreno. En el barranco sonaban esquilas y una campana volcó en el espacio largas notas, pausadas y vibrantes. Al llegar al Molino, voces amigas nos llamaron con acentos de impaciencia, y á los pocos momentos, reunidos en fraternal camaradería, saboreábamos con deleite inexpresable suculento ágape junto al cristalino manantial que ritmaba una canturia plácida y campestre.



dimecres, 10 de febrer de 2016

Cuina tradicional de la serra d'Espadà: olles, sopes i guisats

per Laura Agea
Twitter: @Laura__Az

ESPADÀNIQUES agraeix a l'autora la redacció en exclusiva d'este text per al nostre/vostre blog.




«No menges res que la teua besàvia no reconeixeria com a menjar»
Michael Pollan





Ara que estem a l’hivern, i encara que el fred s’està fent de pregar, ve de gust asseure’s a la taula i menjar un bon plat calent de cullera.
Com es veurà, totes les receptes que apareixen a continuació són, malgrat el que molta gent poguera esperar, molt senzilles de preparar. Així que fes una ullada, prepara la llista de la compra i comença a gaudir amb plats tradicionals, amb ingredients de sempre i amb sabors autèntics i naturals. I oblida’t del menjar preparat!

*Les receptes que apareixen a continuació no són treball de la nostra investigació. És una selecció de receptes extretes de diferents fonts (vegeu les fonts).



OLLA DE COL AMB ARRÒS I CREÏLLES. Torralba del Pinar
Ingredients: col, arròs, creïlles, fetge de porc, cansalada, magre de porc, all, aigua, oli i sal.
Preparació:
En una olla sofregim un all amb oli d’oliva. Després li tirem l’aigua i en fred afegim la col i l’arròs. Quan quasi està cuit li afegim les creïlles. A part fregim el fetge, la cansalada i el magre i ho servim com a acompanyament.



OLLA SERRANA. Fuentes de Ayódar
Ingredients: cigrons o fesols, creïlles, arròs, os de pernil, tros de columna de porc, morro de porc, cards, bledes o col, ceba, alls, aigua, oli i sal.
Preparació:
En una olla fem un sofregit amb els alls i la ceba. Quan la ceba està daurada posem l’aigua i en fred incorporem els fesols o cigrons, la carn i la col o bledes en trossos ben xicotets. Quan els fesols o cigrons estiguen quasi cuits li afegim les creïlles i l’arròs. Una vegada cuit, en estar trossejat molt xicotet, queda com una sopa.
Hi ha dues versions de l’olla serrana, amb cigrons i bledes, i amb fesols i col. 


OLLA DEL “MATACERDO”. Torralba del Pinar
Ingredients: cigrons, creïlles, tros de gallina, ossos de pernil, ossos de porc, orella de porc, morro de porc, cua de porc, pota de porc, pilota (magre de porc, all, julivert, pa ratllat), aigua, oli i sal.
Preparació:
En una olla posem aigua amb sal i un rajolí d’oli, i en fred li afegim els ossos de pernil i porc, el tros de gallina, l’orella, el morro, la cua, la pota i els cigrons. Quan els cigrons estan quasi cuits afegim les creïlles i la pilota.
Farem la pilota barrejant el magre picat amb els alls trinxats, el julivert i una mica de pa ratllat. Podem fer-la gran i trossejar-la després o fer diverses pilotes xicotetes, a gust del consumidor.
Tal com indica el seu nom, era l’olla que es feia per a menjar el dia del “matacerdo”. 


CALDERETA DE CARDS I CARABASSA. Ayódar
Ingredients: fesols, creïlles, arròs, carabassa de torrar, pota de porc, maneta de porc, columna de porc, os de pernil (fresc, no ranci), qualsevol tros de porc (orella, morro, careta…), botifarra, bajocons, ceba, pebre roig dolç, safrà, aigua, oli i sal.
Preparació:
Omplim l’olla d’aigua i en fred posem tota la carn de porc (en lloc d’os de pernil podem posar cansalada virada) i la carabassa trossejada. En el moment que comença a bullir afegim els fesols i els bajocons. Quan els fesols ja estan quasi cuits, afegim les creïlles i la botifarra prèviament fregida. En l’oli de la botifarra fregim ceba ratllada i el pebre roig, i s’incorpora a l’olla. Finalment tirem l’arròs, el safrà i la sal.


OLLA DE DEJUNI AMB COL O ARRÒS
Ingredients: 1/4 kg de fesols, 1/2 kg de creïlles tallades a trossos, ni grans ni menuts. Verdures del temps: col, bajoques, cards i bledes, al gust. 1 culler d’oli d’oliva. Sal, al gust.
Preparació:
Es couen els fesols a foc lent, fins que estiguen cuits. Afegim el culler d’oli, la col i les verdures, al gust. Als 10 minuts, posem les creïlles. Sal al gust, i acabem quan tot està cuit.
Antigament, i encara ara, si sobrava olla per a un altre dia i no n’hi havia prou per a tots els de casa, s’afegia aigua, uns allets trossejats xicotets fregits i arròs. 


OLLA D'ESPADÀ. Alcudia de Veo

Ingredients: morro, orella, pota o cua de porc, os de porc i vedella, cuixa de gallina o pollastre gran, cigrons, col llombarda, creïlles, safanòries, nap, ceba, all porro, ½ cabeça d’alls i llorer.
Preparació:
Poseu al foc una olla amb tres litres d’aigua i en començar a bullir afegir-hi la carn, els ossos, el llorer i els cigrons, prèviament arremullats la nit anterior. Baixeu el foc, i quan de nou comence a bullir aneu llevant la bromera. Cal mantindre l’olla a foc lent sense remoure i afegir, a les dues hores i mitja, les verdures i les creïlles tallades en trossos grans perquè no es desfacen. L’olla estarà preparada quan els fesols estiguen tendres. Si es vol, pot servir-se en cassola de fang.



SOPA D'ERA. Chóvar
Es denomina així perquè se solia prendre en l’era durant la trilla.
Ingredients: pa dur, ceba mitjana, 2 ous, rajolí d’oli d’oliva, aigua i sal.
Preparació:
Tallem el pa en llesquetes molt xicotetes. Pelem la ceba, la llavem i la trossegem. En una cassola calfem l’oli i daurem la ceba. Agreguem el pa i li donem unes voltes. Afegim l’aigua i la sal i tapem la cassola, deixant coure la sopa uns 10 minuts. 



GUISAT DE MUNTANYA. Algimia de Almonacid
Ingredients: creïlles, tomaca madura, ceba mitjana, all, caragols moros, rajolí d’oli, aigua i sal.
Preparació:
Llavem ben llavats els caragols, amb diverses aigües. Els col·loquem en una cassola coberts d’aigua freda i la posem a foc lent perquè traguen la molla. Quan comença a bullir la retirem del foc i traiem els caragols.
Pelem i tallem les creïlles a daus grans. Ratllem la ceba i la tomaca. Pelem els alls i els trossegem. En una cassola de fang calfem l’oli. Fregim els alls, la ceba i la tomaca. Quan la ceba està transparent, afegim l’aigua.
Quan trenque a bullir afegim les creïlles i la sal. Deixem coure a foc lent.
Quan les creïlles estan cuites, afegim els caragols. Corregim de sal i deixem coure 5 minuts més. 



GUISAT AMB TANDA. Azuébar
Ingredients: cap i peu d’ovella (anyell), 250 gr de tanda, creïlles, ceba, all, julivert, llorer, rajolí d’oli d’oliva, aigua i sal.
Preparació:
En una olla bullim amb aigua i sal el cap, peu i la tanda. Quan està ben bullit es trau, es desossa i es trosseja.
Pelem les creïlles i les trossegem a daus grans. Pelem i trossegem la ceba. Netegem els alls.
En una cassola de fang calfem l’oli. Daurem la ceba. Agreguem aigua i quan trenca a bullir afegim les creïlles, la tanda i el llorer, i ho salem.
En un morter piquem els alls i el julivert. Quan les creïlles estan cuites afegim la picada. Corregim de sal.


FONTS: