Indagador i gerent d'Hardacho
ESPADÀNIQUES vol agrair a l'autor la cessió d'este treball original per al blog.
En los últimos años, la proliferación de agencias y empresas especializadas en cicloturismo no son más que la constatación de un aumento en el interés por un tipo de turismo sostenible y accesible, con unos estándares de calidad equiparables al mejor paquete vacacional del mercado. Ningún segmento turístico queda fuera de esta modalidad, desde familias con niños/as pequeños, jubilados/as o incluso turismo adaptado.
Durante la última década se ha impuesto un modelo de recorrido caracterizado por perfiles suaves, itinerarios segregados como las vías verdes y una concentración temporal en los meses de abril a junio, septiembre y noviembre, añadiendo pues un claro factor desestacionalizador al producto.
La posibilidad de ampliar con nuevos itinerarios de perfiles más agresivos siempre ha contado con las limitaciones de los potenciales clientes, especialmente si se quiere trabajar con grupos medianos, una limitación que con la introducción de la bicicleta eléctrica ha quedado superada.
La sierras de la Calderona y Espadán han sido siempre referentes en el ciclismo deportivo, especialmente en el de carretera, dadas las lógicas limitaciones al tránsito con BTT dentro de zonas que cuentan con protección medioambiental. Ambas han sido desde hace años escenarios de etapas de grandes eventos como la Volta a la Comunitat Valenciana o la propia Vuelta a España. Ambas son, igualmente, zonas de recorrido preferente para miles de ciclistas aficionados de las áreas metropolitanas de Valencia y Castellón, al encontrarse en medio de las mismas, siendo frecuente además la presencia de profesionales que las utilizan fuera de temporada como espacios de entrenamiento.
La Sierra de Espadán y su entorno ofrecen una ventaja competitiva frente a la Calderona, al disponer de una malla de carreteras de montaña más densa, lo cual permite establecer un mayor número de itinerarios y combinaciones de circuitos estando jalonados la mayoría de ellos de pequeñas poblaciones con los servicios básicos para el ciclista (bar, restaurantes, farmacias, tiendas...).
La posibilidad de implementar productos turísticos vinculados con el cicloturismo en esta zona es perfectamente válida y todavía no ha sido explotada. Esa posibilidad debería ir en un doble sentido: por un lado, ofrecer desde los alojamientos, o incluso desde el propio Centro de Interpretación, la opción de realizar recorridos en bicicleta dentro del parque utilizando esta red de pequeñas carreteras, algunas de gran encanto, mediante un sistema de alquiler de bicicletas eléctricas. Y de otro lado, ofrecer tours en bicicleta que, a lo largo de varios días de recorrido, permitan al viajero descubrir los recursos de este espacio.
El cicloturismo parte de unas premisas muy diferentes a las de la mayoría de viajes organizados. Actualmente, el modelo que se ha impuesto es el de la modalidad de autoguiado, lo cual permite trabajar desde grupos pequeños hasta grupos medianos. En este sentido, el tamaño máximo vendrá determinado por el de la red de alojamientos disponibles y su capacidad. También el producto puede desarrollarse o bien en un formato de lujo o de confort con traslado de equipajes incluido, o bien en un formato low-cost. En esta modalidad de autoguiado, la empresa facilita tracks de seguimiento, en algunos casos directamente GPS, así como guías de la ruta pormenorizadas y actualizadas todos los años.
El cicloturista participa del recorrido de una manera activa; la cadencia con la que se mueve a lo largo del territorio lo convierte en un ejemplo de slow-travel totalmente alejado del ciclismo deportivo o de competición. El tiempo empleado a diario en el recorrido en bicicleta, que no suele superar las 4 horas efectivas, permite no solo disfrutar del paisaje pedaleando suavemente sino además adentrarse en cada uno de los pueblos, recorrer sus calles y conocer alguno de sus recursos, algo para lo que es fundamental dar la información precisa al cliente y tener ese recurso disponible.
Las características orográficas de la Sierra de Espadán hacen necesario disponer de bicicletas con una potencia media, en el caso de las e-bike, para garantizar no tener problemas con la autonomía o con las pendientes de algunos de los puertos que jalonan el parque. Como hemos dicho más arriba, la existencia de una malla de pequeñas carreteras, junto con la de muchos pequeños núcleos de población con servicios básicos asociados, convierte esta zona en un espacio privilegiado para la práctica de esta modalidad turística.
Finalmente, recordad que este tipo de turismo aporta recursos al destino sin representar apenas un consumo de los mismos, siendo plenamente sostenible, desestacionalizado y transversal, llamado a ser una de las puntas de lanza en el cambio del nuevo modelo turístico.
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